
No pegaba. Por eso me mandé otro cuarto, y después no me arrepentí, aunque si hubiera estado bien informado (antes de probar, obvio) sólo hubiese chupado un solo cuartito. La media, ya, tampoco hacía efecto. Estará adulterada, pensé. Podría ser: lo que viene del mercado negro no tiene ninguna garantía. Esta es bien lisérgica, me había dicho mi psiconauta preferido y compañero de trabajo. Aguanten las golosinas y el mercado de tarjetas, el desempleo, todo. Da gusto conocer gente así.
1 comentario:
Le pegue un ojo de aguila en un fulgor en la FLIA (se hace díficil ver libros entre tantas mujeres estalladas que claman su reinado) y lo compré. Veremos q tul
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