lala - lalala Mariano Quiroga

Los perros



Los perros de la calle son dioses
sentados como esfinges
contemplando la calle hostil.
Mestizos ilegítimos
de algún ovejero con guita,
o de un perro amarillo, piel y hueso.
Flaquitos buscando un pedazo de pan.
Van a morir en paz
en cualquier lugar de la cuidad.
Van a terminar
en una bolsa de consorcio negra semicerrada,
esperando el camión de la basura
con los ojos llenos de moscas y lágrimas.
Con los codos pelados y el hocico seco.
O simplemente el sol secando
su piel ambarina y agusanada en un baldío.

Admiro a los perros tirados al sol,
corriendo las palomas
o rompiendo las bolsas de basura,
caminando al trotecito mientras mira de reojo.
O cruzando la calle por el medio.
Están más allá de todo.
Los perros son dioses
hijos de la vida y el más profundo amor.
Sentados al filo de la cuidad.